
El calabacín es una de las hortalizas más versátiles en la cocina. Se puede usar en multitud de platos, y cocinándolo de diferentes maneras tendrá distintos matices de sabor. También te puede ser muy útil como sustituto de otros alimentos, como por ejemplo en forma de noodles, sustituyendo a la pasta.
Por esta gran versatilidad y usos, es perfecto tener siempre alguno en casa, no debe preocuparte comprarlo en grandes cantidades, sobre todo si lo encuentras en oferta, no te lo pienses ni un segundo y hazte con todos los que puedas. Si por lo que sea no consigues consumirlos a tiempo en sus muchas formas, te enseño cómo debes conservarlo.
La forma más cómoda para conservar cualquier alimento es congelarlo. Pero, ¿puedo congelar el calabacín? ¿cómo? la respuesta es sí, el calabacín puede congelarse, y en este post te enseño como hacerlo.
Cómo congelar calabacines crudos
En muchos sitios te dirán que el calabacín debe congelarse siempre después de escaldarse. Pero yo creo que no siempre es necesario, porque al escaldarlo, el calabacín se vuelve más blando, cambia de textura, así que mi consejo es que pruebes a congelarlo crudo.
Para congelarlo crudo, puedes primero cortarlo en rodajas o en dados dependiendo del uso que vayas a hacer de él al descongelarlo. Si al cortarlo ves que tu calabacín está excesivamente húmedo, intenta secarlo en la medida de lo posible.
Al descongelar el calabacín comprobarás que éste tiende a perder su forma y textura original, por eso es buena idea para utilizarlo en platos donde no esto no importe. Una muy buena idea es utilizar calabacín descongelado para tus cremas o purés, nadie se dará cuenta de que lo has descongelado.
Te recomiendo que a la hora de congelar el calabacín calcules bien las cantidades, es decir, si, por ejemplo, lo vas a utilizar para hacer una crema de calabacín para 4 personas, mete a congelar en la misma bolsa de congelación o recipiente adecuado la cantidad exacta que vayas a necesitar. Requiere un poco de planificación, pero será mucho más fácil descongelar la cantidad correcta. Puedes incluso poner una etiqueta con la cantidad de calabacín que hay en cada recipiente y el uso que tienes pensado darle para que lo encuentres fácilmente en tu congelador.
Cómo congelar calabacín rallado
Te voy a descubrir un truco que seguramente no sepas: una de las mejores maneras de congelar el calabacín es rallarlo, y ¿sabes cuál es la mejor manera de congelar el calabacín rallado? ¡En moldes para magdalenas o muffins! Se trata de esos moldes de silicona o metal para hacer magdalenas, suelen ser de 6 o 12 unidades. Es una herramienta de cocina muy útil que, a parte de servir para hacer muffins, tiene muchos otros usos. En este caso la versión que mejor nos viene es el que está hecho de silicona para que se desmolde cómodamente.
Si tienes uno de estos moldes de silicona en casa, prueba a congelar el calabacín, previamente rallado, colocándolo en cada compartimento hasta llenar 2/3 partes del mismo. Mételo en el congelador, cuando estén 100% sólidos ya puedes sacar tus «muffins de calabacín» del molde y pasarlos a una bolsa de congelación o a otro recipiente y guardarlos en el congelador hasta que los necesites.
Tendrás listas porciones de calabacín rallado para tus recetas y al estar en este formato te será muy cómodo calcular la cantidad correcta o añadir otro «muffin de calabacín» si te has quedado corto.
Consejos para el almacenamiento de calabacines congelados
Los «muffins de calabacín» de los que te acabo de hablar se pueden conservar fácilmente en bolsas de congelación, en una grande puedes meter tantos como quieras, si sigues el proceso que te he explicado, no se pegarán entre ellos, o si lo hacen te será muy fácil separarlos.
Si tienes en casa una selladora al vacío, puedes usarla para conservar los calabacines, sacando todo el aire fuera de la bolsa, previenes que a las porciones de calabacín les salga escarcha alrededor al congelarlos. De esta manera se conservan mucho mejor.
Tienes que tener en cuenta que los calabacines congelados, de cualquiera de las maneras que te expongo, deben durar como mínimo 8 meses en el congelador. Es tiempo más que suficiente para darles uso, pero por si acaso yo te aconsejo que te asegures de ponerles la fecha de congelado en una etiqueta pegada o escrita con rotulador permanente en la bolsa de congelación para tener controlado el tiempo que llevan en el congelador.
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