
Estamos viviendo una época en la que, afortunadamente, la sociedad está cada vez más convencida de la importancia que tiene llevar una dieta sana y equilibrada. Y para ello es incuestionable la necesidad de incorporar piezas de fruta y verdura al día en nuestro menú.
Así como durante la primavera y el verano tenemos una gran variedad de frutas deliciosas donde elegir, durante el otoño y el invierno, la oferta no es tan amplia. Pero, afortunadamente es la temporada de los cítricos, que aunque podemos encontrar durante todo el año, es durante los meses más fríos cuando están en su mejor momento.
Aunque solemos englobar todos los cítricos en los dos más populares, que son naranjas y limones, tenemos una gran variedad de ellos donde elegir y probablemente el cítrico que hoy nos ocupa sea uno de los más desconocidos, el pomelo.
¿Qué es un pomelo?
Si nos ponemos en plan científico, el pomelo es el fruto del Citrus x paradisi y en algunos países se le conoce como toronja, aunque es un error, ya que la toronja es un cítrico diferente, el Citrus grandis. Su nombre, pomelo, proviene del idioma tamil, idioma que se habla en el sur de la India y significa limón pomposo.
El pomelo es algo más grande que la naranja y su forma es redonda y algo achatada, su corteza, puede ser lisa o rugosa y es de color amarillo cuando está maduro. Por dentro, como las naranjas y los limones, está dividido en gajos, suele tener entre 10 y 12, y dependiendo de la variedad puede ser rojo, rosa o amarillo.
Es, como casi todos los cítricos, originario de Asia y necesita de climas subtropicales para desarrollarse en condiciones óptimas. En España, se cultiva en la Comunidad Valenciana, en Murcia y en parte de Andalucía y su principal salida son los mercados europeos.
A pesar de que en España no es de los cítricos que más se consumen, en el resto de Europa y en países como Japón es una fruta muy consumida. Se puede tomar fresco o en forma de zumo o mermelada y combina muy bien en infinidad de recetas de carnes de ave, cerdo o marisco e incluso en postres.
¿A qué saben los pomelos?
Ahora que ya sabemos qué es un pomelo y conocemos todas sus propiedades, es el momento de preguntarnos a qué sabe. Al igual que ocurre con las naranjas, hay distintas variedades de pomelo y su sabor dependerá de la variedad, aunque la base del sabor del pomelo es ácido con un punto de amargor.
Los principales encargados de darle al pomelo su sabor característico son los ácidos málico, oxálico, tartárico y, como no podía ser de otra forma, el ácido cítrico. La encargada de darle su característico puntito amargo es la naringina, un flavonoide presente en la mayoría de cítricos.
– Sabor del pomelo rojo
El pomelo rojo no es un tipo de pomelo en sí mismo, es una variedad del pomelo rosa. De entre todos los pomelos es el que tiene el sabor más dulce y menos amargo, su color es rojo y uniforme.
Las variedades son Star Ruby, Rio Red y Henderson.
– Sabor del pomelo rosa
El pomelo rosa, en todas sus variedades, suele ser el más apreciado por los consumidores. Su sabor es una mezcla de sabor ácido y dulce que combinado con el punto de sabor amargo de los pomelos es un placer para los paladares más exigentes.
Las variedades de pomelo rosa más conocidas son Rosa Thompson y Ruby Red.
– Sabor del pomelo amarillo
El pomelo amarillo o blanco es de las variedades que más se consumen en zumo. Las variedades de pomelo amarillo suelen tener un punto más amargo en su sabor porque contienen más naringina. Es ácido y menos dulce que el pomelo rosa, pero contiene gran cantidad de zumo.
Entre sus variedades encontramos el Pomelo Duncan, el Marsh, que de los amarillos es el más dulce y el Oro Blanco.
¿Cuál es la textura del pomelo?
La textura del pomelo es muy parecida a la de la naranja, Su interior, como hemos comentado anteriormente, está dividido en carpelos o gajos que están cubiertos por una membrana de color blanquecino y sabor amargo que protege la pulpa, formada por pequeñas perlas jugosas y firmes que según la variedad son amarillas, rosadas o rojas.
La piel es una cáscara bastante carnosa y gruesa que en su parte interna es blanca y en el exterior va del amarillo claro al rosáceo y tiene unas pequeñas glándulas oleosas que le dan su aspecto rugoso, como con poros y son muy aromáticas.
Formas de consumir el pomelo
Como hemos ido viendo a lo largo de este artículo, el pomelo, a pesar de no ser el cítrico más consumido en España, tiene grandes propiedades y es muy versátil en la cocina.
Su zumo, además de poder ser consumido como tal, es un gran condimento que podemos usar como aliño para ensaladas o como ingrediente en infinidad de platos tanto de carne como de pescado o marisco, incluso podemos preparar un delicioso escabeche sustituyendo el vinagre por el zumo de pomelo.
En las ensaladas lo podemos tomar en gajos completamente pelados, combinado con brotes tiernos de espinacas o cualquier variedad de lechuga o preparar un cóctel con langostinos, aguacate y gajos de pomelo.
En postres combina muy bien con el chocolate y también podemos preparar bizcochos aromatizados con su zumo y la ralladura de su corteza. Podemos encontrar cientos de recetas en las que sacar provecho a esta fruta.
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