
¿Alguna vez has probado el caqui? Esta fruta originaria de China se cultiva hoy en día en muchas partes del mundo: Japón, Portugal, España, Francia, Brasil, Líbano, Argelia… Hasta el punto de que no sólo hay una variedad de caqui, ¡sino casi 3000! En Europa, es una fruta de color naranja que a menudo toma la forma de un tomate.
Vendido principalmente en los meses de otoño, el caqui vale la pena conocerlo. No sólo es delicioso, sino que también está lleno de beneficios para la salud. Si todavía no estás familiarizado con el caqui, aquí verás cómo comerlo.
¿Cuáles son los beneficios del caqui?
El caqui es, en primer lugar, muy rico en caroteno, también llamado pro-vitamina A. Es incluso una de las frutas que más contiene, además de mango, albaricoque y melón. También tiene generalmente un alto contenido de vitamina C, aunque esta disminuye a medida que madura. Por lo tanto, cuanto más maduro sea el caqui, menos vitamina C contendrá.
Además, el caqui contiene muchos antioxidantes, como licopenos y betacaroteno. También es rico en fibra y hierro.
Por último, ten en cuenta que el caqui es rico en fructosa y glucosa. Estos azúcares te dan energía, pero si quieres perder peso deberás limitar tu consumo de caqui.
Pero en la práctica, ¿qué aportan todos estos valores nutricionales a nuestro cuerpo? Aquí están las razones por las que debes agregar esta fruta asiática a tu dieta.
Ayuda a tener una buena digestión
La fibra que contiene hace del caqui una fruta ideal para aquellos que se enfrentan a problemas digestivos. Tienen dos acciones principales: por un lado, promueven la absorción de nutrientes en el estómago y, por otro, aseguran que los desechos no permanezcan en el cuerpo.
De esta manera, la fibra ayuda a estimular el tránsito intestinal y a regular la digestión. Además, purifican los intestinos y protegen el estómago, luchando así contra las enfermedades que afectan al sistema digestivo.
Por último, cuando se consume crudo, el caqui ayuda a combatir el estreñimiento y cuando se cocina, ayuda a detener los problemas de diarrea.
Protege los ojos
El betacaroteno que contiene ayuda a proteger la retina contra las agresiones externas. Además, gracias al poder antioxidante de la luteína y la zeaxantina, el caqui ayuda a prevenir la aparición de un gran número de enfermedades que afectan a los ojos.
Fortalece el sistema inmunológico
Muy rico en vitamina C, el caqui es también muy bueno para el sistema inmunológico. Lo refuerza y por lo tanto nos ayuda a luchar mejor contra un gran número de enfermedades, como los resfriados y la gripe. Suficiente para preparar bien nuestro cuerpo contra los enemigos invernales.
Ayuda a mantener el corazón sano
Gracias a su alto contenido en antioxidantes, el caqui ayuda a combatir las enfermedades coronarias y a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Pero cuando se trata de mantener el corazón sano, la fruta no es la única a tener en cuenta: sus hojas también son muy beneficiosas. En efecto, el extracto de hojas de caqui ayuda a luchar contra la hipertensión, controlando la presión arterial.
Lucha contra el colesterol malo
Otra razón por la que el caqui es bueno para el corazón es por su impacto en el colesterol. Por lo tanto, al consumir caqui, promueves la reducción de los niveles de colesterol en su sangre.
Además, el caqui no solo tiene estos beneficios principales. Además también puede:
- Promover el crecimiento de los niños y darles energía
- Combatir la fatiga y los problemas de somnolencia
- Aumentar el apetito
¿Cómo se come el caqui?
Hay dos tipos principales de caqui. Uno, a veces llamado caqui de manzana, se muerde como una manzana. El otro, más blando, se puede comer con una cucharadita, comiendo su pulpa después de cortarlo por la mitad y usando su piel como recipiente.
También es muy bueno en ensaladas de frutas, pasteles, mermeladas e incluso salsas dulces. Algunos incluso lo sirven como acompañamiento de queso o aves de corral. En resumen, ¡las posibilidades son muchas!
Hay que fijarse que, cuando aún no está maduro, el caqui provoca una sensación áspera en la boca que no es muy agradable. Para madurar, déjalo a temperatura ambiente.
Un pequeño consejo: la presencia de plátanos o manzanas junto a él tienden a hacer que madure más rápido. Dependiendo de la variedad, el caqui maduro tiene un color naranja muy intenso o el rojo de un tomate.
Por último, el caqui se puede guardar muy bien en el refrigerador, o incluso en el congelador si no se puede comer directamente.
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